Te imaginas entrar en un centro educativo donde los niños aprenden matemáticas con un mercado simulado (sus balanzas, sus carritos, cestas, y el dinero aunque sea en papel de mentira). He tenido la suerte de conocer a través de un familiar que tengo en el País Vasco que trabaja con el método Amara Berri. Y desde luego que me llama la atención cómo estos niños aprenden sin libros de texto, a través de las experiencias y de las interacciones.
A través de esta situación el año que me tocó en el aula de dos a tres años quise aplicar con los peques el método Amara Berri. Y fue muy enriquecedor ver a los niños de mi aula trabajando de esta manera. Para ellos resultaba todo un juego pero a la vez están aprendiendo a ponerse en el lugar de sus padres cuando por ejemplo, van al mercado y tienen que comprar diferentes productos. ¡La verdad es que se lo pasaron genial y aprendieron muchísimo!
¿Os apetece que hable un poquito de cómo se trabaja con el Método Amara Berri? ¡Vamos a ello!
En el método Amara Berri no hay unidades didácticas
Los colegios se distribuyen por departamentos. No se programa por unidades didácticas sino a través de las actividades. La investigación, la experimentación y la innovación han sido y son una característica del Método Amara Berri. Asegurar la coherencia entre la intencionalidad, la plasmación práctica y las estructuras organizativas y de formación del centro es una de las prioridades.
La evaluación
No se hacen exámenes. Evalúan mediante rubricas detalladas y exhaustivas durante el seguimiento diario. A los familiares se les entrega un boletín donde hay un indicador de que es lo que falla. Estos indicadores están desglosados por subindicadores de comunicación oral expresión escrita, fluidez lectora etc… Desde el primer ciclo hasta el tercer ciclo desarrollan un programa de prensa radio y televisión.
Lo más importante: aprender mediante el juego
La mayor premisa y más principal es aprender a través del juego. Por eso se monta un mercado que se llama “el barrio”. El aula está diseñada con una casita en la que se proporcionan distintas actividades de la vida cotidiana, como por ejemplo la resolución de problemas a la hora de ir a la compra en relación con el funcionamiento de una casa.
Las aulas son mesas agrupadas de cuatro en cuatro donde los alumnos rotan por cada tarea asignada. Desde luego que tiene que ser un primor ver a estos niños y niñas ir cada día a un centro de este tipo de metodología.